Desde el momento en que uno pone un pie en el área de espera de este spa, es evidente que se ha puesto un énfasis meticuloso en la selección de materiales y en la inspiración andina que permea el espacio. La tranquilidad se teje en cada rincón, creando un preámbulo perfecto para los tratamientos de relajación que aguardan.

Al ingresar, uno es recibido por un módulo de atención a mano izquierda. Fabricado con maderas finamente pulidas, este módulo evoca la robustez y carácter de las montañas peruanas. Las vetas de la madera, claramente visibles, añaden una dimensión de autenticidad y calidez, resonando con la naturaleza virgen de las tierras andinas.

Frente a este módulo, una pared se alza majestuosa, mostrando una selección de productos en nichos iluminados. Esta pared, con sus texturas artesanales, se convierte en una pieza central del diseño. Los acabados en tonos tierra y las texturas seleccionadas hacen alusión a los antiguos tejidos y piedras del Perú, estableciendo un diálogo entre tradición y contemporaneidad.

La elección de los colores, en su mayoría tonos neutros con destellos de verdes profundos, refuerza la idea de serenidad y conexión con la naturaleza. Los detalles en los acabados y las texturas juegan con la luz, creando un ambiente que parece fluctuar entre sombra y luminosidad, similar a los valles andinos durante el atardecer.

En resumen, el diseño interior del área de espera no es simplemente un espacio; es una experiencia. Un lugar donde la rica herencia del Perú se encuentra con el diseño contemporáneo, proporcionando un refugio de paz antes de sumergirse en el rejuvenecimiento del spa. nuevo